del brief como herramienta para la disminución del riesgo

Pepe Cruz Novillo, siempre alerta, me cuestionaba hace poco la utilidad del brief o briefing.

en gestión del diseño, el brief, o "pliego de condiciones", se reconoce tradicionalmente como la herramienta más importante: en ese documento se detallan todas las características que tiene que cumplir el diseño que estamos encargando. los design managers sostenemos que un brief bien hecho es una de las claves de un buen diseño. (el otro factor clave, como me enseñó Yves Zimmermann hace tantos años, no es otra cosa que un buen cliente!).

se encuentran múltiples modelos, guiones, plantillas para hacer briefs, y hasta un libro entero: "Cómo crear el brief perfecto de diseño", de P. Philips.

yo no discuto con Pepe Cruz Novillo: me gusta preguntarle y aprender, y pienso que su obra avala sus opiniones, por provocadoras que parezcan a primera vista. y mientras volvía a casa ese día le daba vueltas a cómo encajar su comentario desde un punto de vista de gestión.

mi idea es que todo se reduce a la minimización del riesgo. y me explico: cuando hacemos un pliego de condiciones detallado es porque queremos optimizar nuestra inversión en diseño; es decir, queremos que el trabajo del diseñador esté lo más centrado posible y que no perdamos tiempo ni recursos en recorrer caminos que no conducen directamente a la mejor solución posible. le estamos dando toda la información que necesita para hacer su trabajo, para disminuir el riesgo de alcanzar un resultado equivocado.

pero es que cuando contratamos al diseñador idóneo estamos haciendo lo mismo: buscamos disminuir el riesgo confiando nuestro proyecto a un profesional que sabe sobradamente lo que se lleva entre manos. ése diseñador ya sabe: bien sea porque ha trabajado con nosotros anteriormente, porque ha trabajado mucho en el sector en el que estamos, porque conoce mucho el producto del que se trata, porque ...

lo que hacemos en ese caso es un trade off entre información y experiencia.

ahora bien: esto no siempre funciona. hay casos en los que llamar al "diseñador superstar" no conduce necesariamente al mejor resultado: pueden darse malos entendidos, o sobre entendidos que sean difíciles de corregir, pueden darse situaciones personales incómodas, pueden darse desajustes de precios, pueden darse visiones encontradas de lo que es el diseño. y acabar las dos partes disgustadas.

la selección del diseñador adecuado para cada proyecto es muy importante y vale la pena ponerla en manos de profesionales sin o estamos muy seguros de lo que hacemos.

y otra cosa: el brief, a menudo, le sirve más al que encarga al diseño que al propio diseñador. siempre es muy difícil definirnos a nosotros mismos, concretar nuestros objetivos, identificar nuestras limitaciones. el brief es una herramienta para la reflexión, un ejercicio duro pero útil al fin y al cabo.

en cualquier caso, gracias a Pepe por provocarnos siempre de forma tan inteligente como generosa.