
estos muebles franceses son los que ahora están de moda aquí: las sillas de Tolix, los armarios de madera decapada, las mesas de refectorio, las lámparas de suspensión,... hace un tiempo, lo que se vendía eran los muebles escandinavos de los 50s y 60s. me deprime un poco pensar que todo lo que hacemos es reproducir cosas ya pasadas, vistas, vencidas. me gustaría que nuestro paisaje doméstico fuese más optimista, ya que nosotros no podemos serlo...será lo del declive del imperio.
hace unos días, descubrí en Barcelona una tienda sorprendente: Luzio. nada que ver con el "disseny": para sintetizar, Luzio es a Pilma lo que un gran ramo de flores, de colores densos y un poco ajadas, es a una hilera de sansivieras estilizadas y tiesas.
pensé que Barcelona está cambiando mucho, también.
2 comentarios:
Xenìa, esta entrada de tu blog ¿es un poco críptica o es que se te ha pegado algo del influjo "quedo" eslovaco? A lo mejor es que la globalización hace que Barcelona se esté transformando en Madrid... ¡¡¡Qué horror!!!
En cualquier caso, gracias por el post, la página de la expo es estupenda. Habrá que ir a Paris -¿pero, y si también se ha globalizado...?
funesta perspectiva, como diría Brassens.
lo de Luzio no lo sé: igual es que Madrid me ha echado a perder, o es que me estoy haciendo mayor, o ...
o es que simplemente me apetece algo mullido y tranquilo. o algo "bonito".
en fin. de todas formas, también recomiendo la visita, porque las fotos no le hacen justicia.
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